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Posted by : eliott
viernes, 2 de marzo de 2012
Aquí voy a hacer un esbozo del que,
desde mi opinión, es un genio de la interpretación pianística, en
particular de Johann Sebastian Bach. Estoy hablando del genio
canadiense: Glenn Gould.
Glenn Gould |
Quizás su obra más conocida sea la
interpretación que en 1981 hizo de las variaciones Goldberg, esta
interpretación la has escuchado seguro ya que es lo que Hannibal
Lecter escuchaba en el Silencio de los Corderos.
Glenn Gould fue un intérprete
extravagante en su vida y en su forma de llevar las partituras al
piano. Siempre con abrigo, bufanda y guantes incluso en verano por
temor a las enfermedades, tocaba con su inseparable silla
desvencijada y exageradamente baja con respecto al teclado, que le
obligaba a adquirir una postura antinatural pero que le metía dentro
de lo que estaba tocando, de tal forma se abstraía de todo que en
sus grabaciones se le escucha tararear continuamente, cosa esta que
no todo el mundo aguanta. En este vídeo se ve claramente su peculiar estilo.
Fue el 10 de abril de 1964 cuando
cuando decidió ofrecer su último concierto para dedicarse de pleno
a grabar, transcribir y componer. Una decisión que tomó en el
apogeo de su carrera pero que gracias a esta hoy podemos disfrutar de
un catálogo muy amplio de grabaciones editadas por el sello Sony
Music.
Volviendo a las Variaciones Goldberg, esta obra se compone de un aria y 32 variaciones sobre la misma, Glenn Gould hizo dos grabaciones en su vida de esta obra, una en 1955 y la otra en 1981. En estas dos grabaciones se ve la evolución de Gould y cómo interpreta esta obra de Bach con 23 años y con 49 años. La primera es una interpretación juvenil, alegre, vivaracha; la segunda es mucho más pausada, reflexiva e intimista donde Gould saca su forma de ver la música después de una vida profundizando en Bach y a un año de su muerte. La versión del 55 es genial, la del 81 es simplemente perfecta (aunque se le oiga tararear). Escuchemos el aria y las primeras variaciones en esta segunda versión.
En fin, que esta pequeña reseña sirva para dar a conocer a este genio a quienes lo no lo conocieran y para todos os aconsejo que dediquéis una hora de vuestro tiempo a escuchar con calma las Goldberg del 81. Seréis más felices.
Gracias Glenn por haber existido y por haber decidido grabar tanto.